
Luego de la primera quincena de mes con dulces y deliciosos postres fríos y de horno... es justo y necesario un plato más contundente. Aunque para la ocasión tenía un strudel clásico que espero sacar en un tiempito y que hice hace unos meses, preferí preparar algo salado; una receta que brincaba en mi cabeza revoloteando sin cesar hace mucho..., pero no me atrevía a realizarla porque sencillamente no tengo la maquinaria apropiada para hacer esta clase de recetas. Por lo que, buscando por las redes me encontré con diversos métodos brasileños (porque acá aman las linguiças y claramente hay maneras un poco más fáciles de poder realizar este tipo de embutidos que más adelante les mostraré).