Truco o trato
En modo viaje turista, esta es mi propuesta desde una casa prestada, bocados que han despertado muchos recuerdos.
*
De vuelta por acá, ya se siente la primavera llegando al hemisferio sur, días de lluvia, algo de sol, vientos y también días de sol y flores que poco a poco van alegrando la ciudad y sus jardines.
Hoy la mesa se viste de alegría con un plato que quiso ser plato y se volvió una bandeja de colores que terminé realizando con todos los esmaltes que tenía en ese momento. Resultó ser un plato fallido que tengo que unir con mimo porque se partió en dos mitades como si fuese un Yin Yang y me gusta para decorar o soportar otros platos y materos en casa, además de servirme de guía para esmaltar otras piezas, les comparto un enlace a mi cuenta de cerámica artesanal @shibusaceramica por si quieren ir a ver las piezas que realizo.
*
Enredarse con hilos a veces es la mejor forma de desenredar la mente
He preparado este pan sin fermentar con lo que obtuve de 1 litro de leche (la que viene en bolsa con máximo 5- 7 días de caducidad) y que olvidé utilizar. Con el paso de los días, se paso la fecha de caducidad; aproveché para decantarla separando la parte sólida por unas cuantas horas quizás de un día para otro, ya no recuerdo y la dejé de nuevo olvidada en la nevera unos días más. En Colombia bien podría haberla destinado para preparar un buen suero costeño. Esta vez, ese resultado cremoso y algo ácido es lo que he utilizado para preparar este pan cuyo ingrediente original es queso quark. Que viva el Requesón contenido en un intento de pan al mejor estilo de lo que los austriacos denominan Topfenbrot
*

Aunque parecen galletas a simple vista, son unos panecillos ligeramente dulces, aromáticos e irresistibles, tradicionales en Semana Santa
