
Sin duda estas galletas se robaron el corazón de mi madre; hace un mes las hice en casa y quedó flechadita de amor, son sencillas de realizar, llevan un contraste de especias que con el cacao en polvo y el baño de chocolate negro y blanco resultan suaves e inolvidables, tanto así que las quería para ella sola y estando a pocos días de retomar vuelo de nuevo, era lo menos que podía hacer, más que complacerla a ella y a todos en casa y dejarles un buen stock de panes congelados para los desayunos .*_*.
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