Una fruta de clima otoñal, de mis favoritas para consumir a mordiscos, hoy llega con su maravilloso sabor entre un bizcocho. Receta de Nueva Zelanda, país que adora esta fruta originaría del sur de América.
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Fue una sorpresa cuando revisando entre recetas de Nueva Zelanda, me topé con una fruta que hasta el día de hoy pensaba que era casi que exclusiva de Colombia como creo sucede con la curuba y no sé qué otros países la tengan (más adelante aclaro mi duda). Les hablo de las feijoas, esas delicias que acá se encuentran a lo largo y ancho del país y en uno de los pueblos de Boyacá, llamado Tibasosa que hasta Festival de la Feijoa tienen; se encuentran diversos productos con feijoa, desde dulces (chuches-golosinas), bebidas con algo de licor denominadas sabajón con feijoa, vinos, mermeladas, postres, helados, sorbetes, batidos...
De la fruta (Acca sellowiana), revisando he visto que se conoce mayoritariamente por feijoa, también le denominan guayabo, o guayabo del Brasil, en portugués goiabeira serrana, en inglés pineapple guajava, brazilian guajava, guavasteen y fig guajava. Se me hace curioso esta última denominación, porque en Brasil nunca la he visto (siendo tan grande..., es normal la cosa), se dice que se encuentra en las tierras altas del Sur del Brasil, en el norte de Argentina y en Uruguay. Por ahora, solo puedo decir que en Colombia, sí que se ve por todos los mercados y sobre todo en las ciudades frías o altas, ya saben que acá el clima lo delimita la altura por ser un país tropical y al no tener estaciones, nos basamos en la altura de las ciudades, por lo que tenemos tierras de montaña (tierra fría) y a medida que se baja al nivel del mar, (tenemos tierras más cálidas), de temperaturas constantes cada año. Estas frutas se dan en un clima otoñal y en tierras tropicales, todo el año que para Colombia sería una altura de 2.600 metros (o sea un clima como el de la sabana de Bogotá, la capital del país y mi ciudad natal). Se caracteriza por ser una fruta con una corteza verde oscura con algunos tonos grises cuando no esta tan madura. La pulpa cuando está en su punto ideal es blanca o de color crema claro y tiene una fragancia deliciosa, cuando se ha pasado de punto en el interior la carne se puede volver café.
En cuanto a botánica, se dice que se acerca a la guayaba y se aleja un poco del eucalipto..., siendo una fruta de América y los Andes, según esta fuente, me deja aclarado todo al respecto de esta fruta y su historia. Se dice que llegó a Colombia en la primera década del S.XX, a Medellín y luego a Palmira ciudades con alturas de 1.495 y 1.000 metros sobre el nivel del mar respectivamente, en dichas zonas no se adaptó bien, luego en el año 1935 fue llevada a Tibasosa (claramente una ciudad más fría a 2.538 metros sobre el nivel del mar 13°C - 21 ° C). Y me extendí un montón, pero es que me interesaba saber su origen y expansión en mi tierra natal, porque de verdad que por lo menos en Bogotá se encuentra siempre y a muy buen precio, por esta época el kilo puede costar unos 2 dólares (...en pesos unos 6.000 pesos colombianos COP).
La feijoa llegó a Nueva Zelanda en 1908 y es una fruta tan común, que en el mes de marzo que es su cosecha en dicho país suelen realizar todo tipo de recetas con ella, desde chutneys, mermeladas, bizcochos, salsas para acompañar carnes, helados, compotas, tartas, cocteles, ensaladas.... Esta entrada no la pude adelantar en casa porque sencillamente allí no se encuentra esta fruta, por lo menos en el estado de San Pablo y luego me enrollé con la llegada a casa, pero luego de haberla realizado, me hace feliz degustar esta maravilla con recetas de aquel país tan lejano que disfruta de frutas tan cercanas y originarias de estas tierras de América del Sur.
Dado que, es una de las tantas delicias exóticas que se pueden encontrar ya con conocimiento en diferentes países, entre ellos Nueva Zelanda..., pues no quise esperar más para inaugurar algunas entradas con esta deliciosa y fragante fruta. La feijoa podríamos decir que ahora le compite un poco al kiwi otra de las frutas más representativas de Nueva Zelanda.
Esta es una entrada más enfocada a la fruta y como no la había traído antes al blog, por fin le llegó la hora, eso sí impulsada por la iniciativa de participar en el reto Viaje entre Sabores, organizado por María de los Ángeles desde su blog Recetas Abc. Para esta oportunidad el destino elegido es Nueva Zelanda y yo que pensé haría alguna Pavlova o alguna receta con kiwi o quizá unos Lamingtons..., al toparme con tantas recetas con feijoa, pues no quise esperar más y saltar a realizar este bizcocho que encontré de manera recurrente, con algunas ligeras variaciones entre los que vi.
En N.Z. estudian bastante esta fruta y hasta Asociación de Cultivadores tienen. Para inspirarse cuando tengan esta fruta a mano, les dejo este blog que se llama FeijoaFeijoa con un montón de ideas recopiladas de distintos blogs de Nueva Zelanda.
De la receta, como ven he llegado tarde a la cita, porque la hice hasta ayer y tenía una curiosidad enorme de saber cómo quedaría en un bizcocho. Como todas las frutas con su punto ácido, me encanta comerlas a bocados con todo y cáscara (que en esta fruta la cáscara es la más la más ácida y de sabor fuerte; la pulpa sí es más dulce y no sé cómo describirla porque es único ese aroma y gusto). También la he tomado en jugo y es delicioso, he probado bebidas alcohólicas como el sabajón de feijoa de Tibasosa y me encanta, pero nunca he realizado alguna receta más hasta el día de hoy con este bizcocho tan recurrente en Nueva Zelanda y muchas otras que me quedan por hacer.
La receta original, la hice casi igual..., lo único es que reduje cantidades de azúcar a la mitad y bueno algunas variaciones ligeras en las medidas. De la cubierta que llevaba coco, la sustituí por una ganache de chocolate blanco con un poco de jengibre deshidratado picado finamente (que me parece le da una textura como de bordado a la decoración, un detalle sutil y delicado) y por supuesto unas delgadas rodajas de feijoa que lo decoran, ya que el sabor definitivamente se siente en el bizcocho, cosa que me encanta porque si se hace alguna receta con fruta, es para sentirla y en esta idea se siente por completo. Así que el coco, lo eliminé, pero la manzana y el jengibre deshidratado sí que se los puse y ha sido un éxito en casa. Mi madre, es la catadora oficial y más objetiva, con ella no hay riesgo de caer en palabras bonitas por el simple hecho de haberlo hecho su hija, jajajjaja, ella va diciendo las cosas como son y si le falta algo o no le gusta alguna cosa lo dice sin tapujos, y claro como en cuestiones de gustos y sabores todo es subjetivo, pues con ella tengo que manejar con cuidado el uso de especias, porque ella no es fan de usarlas a lo loco..., (como yo, que soy del bando de poner montones de especias cuando la receta lo requiere; por ende, la cocina de la India y la Árabe no le van nadita). Para este caso, respiré cuando lo probó y sonrió..., ¡le encantó! (Que bien, un suspiro de alivio se me escapó, uffff...).
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Tiempos}
·Tiempo de preparación masa: 15 minutos
·Tiempo de horneado: 45-50 minutos
·Tiempo de preparación ganache: 20 minutos
·Tiempo de horneado: 45-50 minutos
·Tiempo de preparación ganache: 20 minutos
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Ingredientes:
Bizcocho de feijoa, manzanas y jengibre, bocados de Nueva Zelanda
[8-10 porciones - molde de 20 cm]
[Para el bizcocho] Rinde 1 kilo
- 200gr de pulpa de feijoa*
- 130 gr de manzana rallada
- 100 ml de agua hirviendo
- 120 gr de mantequilla**
- 100 gr de azúcar morena
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 huevo batido(55 gr)
- 180 gr de harina de trigo
- 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- 50 gr de jengibre deshidratado picado finamente
- 130 gr de manzana rallada
- 100 ml de agua hirviendo
- 120 gr de mantequilla**
- 100 gr de azúcar morena
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 huevo batido(55 gr)
- 180 gr de harina de trigo
- 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- 50 gr de jengibre deshidratado picado finamente
[Para la cubierta]
- 140 gr de crema de leche (nata)
- 90 gr de monedas de chocolate blanco
- 1 feijoa en rodajas delgadas
- 1 cucharadita de jengibre deshidratado picado
- 90 gr de monedas de chocolate blanco
- 1 feijoa en rodajas delgadas
- 1 cucharadita de jengibre deshidratado picado
*Unas 6-7 feijoas
** La mantequilla de preferencia a temperatura ambiente
** La mantequilla de preferencia a temperatura ambiente
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«PREPARACIÓN »
Bizcocho de feijoa, manzana, jengibre - Nueva Zelanda
1. Precalentar el horno a 180°C y alistar el molde, pasarlo con mantequilla y harina.
2. Con ayuda de una cuchara, quitar la pulpa de las feijoas, hacerla puré. (Las cáscaras aún estoy revisando cómo reutilizarlas). Rallar la manzana y adicionarla a la feijoa, agregar el agua hirviendo, mezclar y reservar
3. El jengibre deshidratado lo procesamos o lo picamos finamente y reservamos.
4. Aparte en un cuenco ponemos la mantequilla y adicionamos el azúcar, mezclar bien hasta tener una crema suave. Adicionar el huevo batido y mezclar de nuevo, agregar la esencia de vainilla. Tamizar la harina con el bicarbonato y el polvo de hornear y mezclar con espátula de goma.
5. Adicionar la fruta y mezclar bien con movimientos envolventes, finalmente adicionar el jengibre picado, remover bien. Verter la masa en el molde y llevar al horno a 180°C por 45-50 minutos o hasta que al insertar con un palillo en la mitad, este salga limpio. Dejar reposar 5 minutos y luego desmoldar y dejar enfriar por completo.
6. Mientras se hornea, podemos hacer la ganache. Calentar un cazo y apenas tome hervor la nata adicionar el chocolate partido, mezclar y dejar reposar uno 10 minutos. Al cabo de ese tiempo, se habrá derretido, remover bien y poner en una taza metálica para llevar a refrigerar por unos 25 - 30minutos. Luego de ese tiempo, batir bien con varillas y decorar y verter en la mitad del bizcocho. Poner feijoa en rodajas y un poco de jengibre deshidratado y a disfrutar de esta delicia.
:::::::: PASO A PASO FOTOGRÁFICO ::::::::
Bizcocho de feijoa, manzana, jengibre - Nueva Zelanda
1. Precalentar el horno a 180°C y alistar el molde, pasarlo con mantequilla y harina.
2. Con ayuda de una cuchara, quitar la pulpa de las feijoas, hacerla puré. (Las cáscaras aún estoy revisando cómo reutilizarlas). Rallar la manzana y adicionarla a la feijoa, agregar el agua hirviendo, mezclar y reservar.
3. El jengibre deshidratado lo procesamos o lo picamos finamente y reservamos.
4. Aparte en un cuenco ponemos la mantequilla y adicionamos el azúcar, mezclar bien hasta tener una crema suave. Adicionar el huevo batido y mezclar de nuevo, agregar la esencia de vainilla. Tamizar la harina con el bicarbonato y el polvo de hornear y mezclar con espátula de goma.
5. Adicionar la fruta y mezclar bien con movimientos envolventes, finalmente adicionar el jengibre picado, remover bien. Verter la masa en el molde y llevar al horno a 180°C por 45-50 minutos o hasta que al insertar con un palillo en la mitad, este salga limpio. Dejar reposar 5 minutos y luego desmoldar y dejar enfriar por completo.
6. Mientras se hornea, podemos hacer la ganache. Calentar un cazo y apenas tome hervor la nata adicionar el chocolate partido, mezclar y dejar reposar uno 10 minutos. Al cabo de ese tiempo, se habrá derretido, remover bien y poner en una taza metálica para llevar a refrigerar por unos 25 - 30minutos. Luego de ese tiempo, batir bien con varillas y decorar y verter en la mitad del bizcocho
7. Poner feijoa en rodajas y un poco de jengibre deshidratado y a disfrutar de esta delicia.
Nota
Como todos los bizcochos me gusta mantenerlos en el refrigerador cubiertos entre un recipiente hermético. Se puede adicionar el coco tostado de la receta original que lo lleva de cubierta.
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¡Feliz día!
Luego de la anterior maratón de recetas navideñas y de mayor elaboración, hoy llego con este bizcocho sencillo y delicioso, con una textura final tierna, que se desmigaja un poco, con grandes sabores que con seguridad no quedarán indiferentes y como mi madre, ya me ha dicho... a comprar más feijoas que están a muy buen precio por esta época, para repetir ;)
¡Feliz día!
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#viajeentresabores
#poesiaculinaria
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Muchas gracias por pasar por éste rincón,
lleno de poesía de sabores, de sentimiento,
de pensamientos; que para muchos
son recetas conocidas,
para otros descubrimientos completos,
y para otros tantos, recuerdos de la infancia o
remembranzas de algún instante especial
y para mí son todas estas y muchas más...,
entre nuevos retos que día a día me llevan a explorar
dotes que desconocía y que enriquecen mi alma, cuerpo y ser.
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Agradezco cada comentario y
estaré atenta a las inquietudes que se presenten.
Natalia, que cosas más ricas haces, y de seguro nunca llegaré a probar, no conozco esta fruta, tan solo la vi en algunos blogs americanos, como el tuyo. Me parece preciosa, y me intriga la curiosidad por saber a que sabe, eso es imposible por mucho que lo describas, otra cosa más que nos perdemos al ver las cosas en la red.
ResponderBorrarTu bizcocho me parece sublime, si yo fuera tu madre, también te pediría que lo repitieras, es tan bonito, sencillo, y con esa miga jugosita, tiene que ser como estar en el Paraíso.
Besos y sigue disfrutándolo todo lo que puedas.
¡¡Hola Natalia!! Todo un descubrimiento esta fijoa, que gracias a tener a blogs amigos como el tuyo, podemos descubrir y profundizar más en el producto y ver con qué combina bien. Me encanta la decoración, con esas rodajas de feijoa, con esa cubierta de nata y chocolate blanco, y ese jengibre deshidratado que le queda tan bonito. Me gustan todas tus recetas, pero tus postres me encantan, son visuales 100%. Besitos.
ResponderBorrarVaya manos tienes! La feijoa la venden en algún sitio de mi barrio entre las frutas exóticas, y no la he probado nunca. Lo haré, siento gran curiosidad por ella!
ResponderBorrarQue buena pinta! Y un descubrimiento para mí esta fruta 😊
ResponderBorrarHola, no imagino a qué sabe esta fruta que n conozco ni sabía de su existencia- Ya veo que el bizcocho ebe star espectalar ajuzgar por las fotos tan preciosas. una delcia , elegante en sabores y en vistosidad. Un beso!!
ResponderBorrarNati de mi corazón, me ha encantado esta entrada, me gusta mucho mucho ver el origen de los platos y de los ingredientes. Investigando sobre la gastronomía de NV, vi a montones recetas con esta fruta, que aquí ni por asomo pensar hacerla porque no la he visto. PEro es que es increíble no conozco esta fruta de nadita, y dices que se cultiva mucho en Colombia, que sorpresa más agradable e interesante. ME encanta que trajeras esta propuesta al reto con toda la información que nos regalas. En Venezuela no se si existe estando tan ceca de Colombia, pero nunca la he escuchado, me tocará investigar. EL bizcocho me encanta me llevo un trozo. :D
ResponderBorrarUn abrazo mi Nati!
Se ve un bocado dulce estupendo y bien bonito!!!
ResponderBorrarUn saludito
desde luego por aquí en España esta fruta ni se huele. Me ha encantado tu explicación, ¡tan bien documentada! y tu plato, tu fotografía. Esta Feijoa tengo que probarla sí o sí, me ha entrado las ganas gracias a tí porque hasta este momento no sabía ni que existiera. un beso, mi querida Nati.
ResponderBorrarNati si la catadora oficial(y tremendamente objetiva por lo que cuentas) le ha dado el visto bueno ¡es que no puede estar más que espectacular!
ResponderBorrarComo comprenderás esta fruta en España no se encuentra, o en todo caso en alguna tienda muy especializada, a precio de oro y en un punto de maduración dudoso porque a saber cómo la tuvieron que coger para que llegara al otro lado del mundo en condiciones de ser vendida.
Me quedo con las ganas de poder probar este bizcocho al que seguro esa cobertura de chocolate y jengibre le va estupenda ¡el aspecto es sencillamente buenísimo!
Voy un poco retrasada con las visitas y los comentarios. A veces en cuatro huecos en salas de espera antes de las revisiones médicas del término del embarazo voy echando un ojo a las publicaciones a través del móvil pero comentar desde ahí se me hace pesado, aunque al menos no me pierdo lo que vais publicando.
¡Besos mil!
Hola Natalia! Supe de las feijoas por primera vez aquí, las vi en el super y me las traje para probar porque se parecían mucho a las guayabas y quería saber qué eran; por cierto venían de Nueva Zelanda, cosa que me pareció tan curiosa, siendo una fruta tropical. No sabía cómo comerlas y si estaban en el punto de maduración, me parecieron un poco ácidas, luego descubrí que se hacían montón de recetas con ellas.
ResponderBorrarUna persona de este pueblito de Tibasosa me dejó comentarios en el blog y un par de personas mas de Colombia, veo que esa fruta es muy apreciada en tu país.
Un besito y espero que estés disfrutando mucho de estas fiestas!!
Hola,tengo un árbol de esa fruta,hago membrillo y mermelada,pero no sabía que se podía hacer bizcocho. Tengo que probar tiene muy buena pinta,gracias por compartirlo.��
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