
Un bizcocho de canela que inunda la cocina y la casa, y sí que la perfuma Libia

Un bizcocho de canela que inunda la cocina y la casa, y sí que la perfuma Libia
Una fruta de clima otoñal, de mis favoritas para consumir a mordiscos, hoy llega con su maravilloso sabor entre un bizcocho. Receta de Nueva Zelanda, país que adora esta fruta originaría del sur de América.
Brillos, luces, frutas, momentos, pasteles, cumpleaños, muchas cosas pasan por mi mente en este momento, días intensos y llenos de actividad, el reloj va pasando y yo corriendo unas horas antes de salir y dar la luz a esta entrada.
Último día de septiembre y hoy llego con un delicioso y suave pastel de chocolate participando en el reto Cocinillas, donde realizamos recetas de la chef Lorraine Pascale, este mes la propuesta es dulce. En temporada de moreras por éstos lugares aprovecho para usarlas junto a otro ingrediente especial que le da personalidad y pone el sello característico en este pastel.

Y de regreso llego con una dulce receta, de esas que siempre que puedo, no dudo en hacer. Y es este pastel de arándanos y limón. Confieso que me encantan las cosas ácidas, para mí, uno de los antojos que más me gustan es comer cascos de limones pasados por azúcar. Mmmmmm comienzo a salivar..., desde pequeña me encanta comer limones solos y con azúcar. No sé si sea medio extraña con mi fascinación y con antojos tan peculiares, pero que se le va a hacer; prefiero algo ácido a algo con chocolate por ejemplo. Claro que si lleva los dos mmm ya lo pienso. ...Y aquí más de uno ya debe estar mirando esto con cara de esta mujer esta ¡loca! y otra de mis debilidades lo confieso, son los llamados frutos rojos, todos entran en la lista comenzando por las moras, moreras, frambuesas, fresas, cerezas, agraz, arándanos, todos me ponen los ojos de platico.
Andar
sin llegar a nada
hasta convertirse en camino
Y el tiempo va volando, ya a mitad de julio. Feliz viernes para ti que entras a endulzar y a dedicar un rato de tu valioso tiempo en mi cocina. Hoy llego con una receta dulce, de aspecto rústico y suaves aromas de aquellas que te recuerdan la cocina de las abuelas, sabores sencillos y humildes, de esos que tanto amo.