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______Aprovecho desde la finca para escribir esta entrada de inicio de año, que el viaje se va acabando poco a poco en Colombia y aprovechamos un rato para escribir entre el sonido de las aves, es cerrar los ojos y sentir los grillos, pajaritos cantando a lo lejos, algunos colibríes que felices danzan entre flores, alguno que otro parajito se da un chapuzón en una pequeña pila de piedra llena de agua, el aroma del campo nos rodea y ya pronto volveremos a la ciudad y su ruido, los datos se me han acabado y espero poder cargar pronto, que estamos en la casa de la montaña, donde la señal es un poco mejor, la naturaleza y placer de inhalar aire puro, en medio del bosque, la montaña, la bruma de la mañana, el sol de la tarde, los cafetales, los arboles de naranja, limón, yuca, plátano, aguacate, chirimoyas, chachafruto, mandarinas, guayabas, gallinas en el pequeño corral..., cada suspiro de aire, cada trozo de vista, cada bocado de fruta, es un tesoro que cada año guardo en mi corazón.
Comenzamos año con el color ámbar que deja esta mermelada, rayos dorados de una fruta deliciosa que por estas latitudes se consigue deshidratada, una receta que surgió gracias a una amiga que me comento de su gusto por la mermelada de damascos (albaricoques, chabacanos) y al preguntarme por el resultado de probar con los damascos deshidratados..., no se me había ocurrido antes, el resultado delicioso.
Para esta mermelada lo que hice fue cortar los damascos deshidratados en cubitos pequeños, adicionarles agua tibia un poco de zumo de limón y azúcar. Con este tipo de mermeladas al no utilizar fruta fresca, se hace necesario adicionar agua y un poco de azúcar (la justa para lograr una rica consistencia), aclaro que no queda nada empalagosa, queda en su punto perfecto. La clave es el tiempo que le demos y el fuego bajo, la sartén amplia y baja para evitar que el agua se evapore muy rápido. (Como nota anexa que escribo, luego de haber realizado la mermelada, para que la textura quede más suave, sería bueno remojar una noche los damascos, para que se hidraten). En esta ocasión no lo hice, la textura con pequeños y suaves tropezones de fruta, me ha gustado mucho, en caso de quererla más suave, se puede procesar un poco.
Le regalé uno de los tarritos de mermelada a mi querida Miriam y dejé otro que me sirvió para varias preparaciones que fueron surgiendo a lo largo del año pasado y que llevaban mermelada de duraznos (melocotones), con esta tarta que he nombrado "Bizcocho de chocolate, avellanas, ricota y naranja" y que ahora que lo pienso en más tarta..., recientemente la repetí en casa de mis padres, para la Navidad y fue un éxito, eso sí, utilizando en Colombia queso campesino descremado porque el ricota es más costoso y probando la consistencia (se parece mucho). Una memelada que en panes, galletas, mermeladas, tablas de quesos y hasta a cucharadas es brutal.
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Tiempos}
· Tiempo de preparación: 15 minutos
· Tiempo de cocción: 2 horas largas
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Ingredientes:
Mermelada de damascos deshidratados, ámbar celestial...
[Rinde 1.150 gr. aprox.]
- 600 gr de damascos deshidratados*
- 500 ml de agua
- 210 gr de azúcar
- 60 ml de zumo de limón
- 210 gr de azúcar
- 60 ml de zumo de limón
*Albaricoques, chabacanos, albérchigo, albergero
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«PREPARACIÓN»
1. Cortar los damascos en cuadraditos pequeños, pesarlos (en mi caso fueron 600 gr.). Adicionar 500 ml de agua y zumo de un limón (lima) grande 60 ml., Una vez pesado todo calcular el 18% o 20% para sacar la cantidad de azúcar que es lo que suelo poner a las mermeladas que realizo. Para esta cantidad puse 210g. de azúcar.
2. Llevar al fuego medio en una sartén amplia, plana y gruesa, cuando tome hervor, poner a fuego bajo y dejar cocinar por unas 2 horas largas, removiendo de tanto en tanto con una cuchara de madera (la que tenemos solo para dulces). Con ayuda de un pisa puré, podemos presionar bien sobre la fruta, quedan los tropezones pequeños y deliciosos, se puede procesar un poco para tener una textura más suave.
3. Dejar templar y envasar en frascos de vidrio previamente esterilizados. Se conserva muy bien por varios meses, en mi caso la última parte que me quedaba la utilicé nueve meses después de realizarla y estaba perfecta.
:::::[PASO A PASO FOTOGRÁFICO]:::::
1. Cortar los damascos en cuadraditos pequeños, pesarlos (en mi caso fueron 600 gr.). Adicionar 500 ml de agua y zumo de un limón (lima) grande 60 ml., Una vez pesado todo calcular el 18% o 20% para sacar la cantidad de azúcar que es lo que suelo poner a las mermeladas que realizo. Para esta cantidad puse 210g. de azúcar.
2. Llevar al fuego medio en una sartén amplia, plana y gruesa, cuando tome hervor, poner a fuego bajo y dejar cocinar por unas 2 horas largas, removiendo de tanto en tanto con una cuchara de madera (la que tenemos solo para dulces). Con ayuda de un pisa puré, podemos presionar bien sobre la fruta, quedan los tropezones pequeños y deliciosos, se puede procesar un poco para tener una textura más suave.
3. Dejar templar y envasar en frascos de vidrio previamente esterilizados. Se conserva muy bien por varios meses, en mi caso la última parte que me quedaba la utilicé nueve meses después de realizarla y estaba perfecta.
Una mermelada que me ha gustado mucho, el sabor de los damascos con su perfume delicioso enamora a todos. Un dato interesante para combinar esta mermelada con otros sabores, se dice que con jengibre, cardamomo y curry en platos salados. Recordando la primera mermelada que hice de fruta deshidratada, fue con ciruelas en esta Vínarterta, ahora esta otra de demascos, se ha robado un pedacito de mi corazón culinario. ;)
Feliz semana
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#poesiaculinaria
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Muchas gracias por pasar por éste rincón,
lleno de poesía de sabores, de sentimiento,
de pensamientos; que para muchos
son recetas conocidas,
para otros descubrimientos completos,
y para otros tantos, recuerdos de la infancia o
remembranzas de algún instante especial
y para mí son todas estas y muchas más...,
entre nuevos retos que día a día me llevan a explorar
dotes que desconocía y que enriquecen mi alma, cuerpo y ser.
···
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Me encuentran en:
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Buenos días Nati Preciosa, antes de todo te deseo feliz año nuevo, hoy celebrando en España el día de la Epifanía del Señor o día de Reyes Magos, un día especialmente bonito para los niños, porque reciben sus juguetes. Aunque los que no somos niños hace ya mil años, también lo vivimos con ilusión, aunque los regalos no nos lleguen en forma material, sino de sentimientos y buenas nuevas. Es lo que anhelamos todos, ¿o no?
ResponderBorrarTu mermelada luce preciosa, de color espectacular, y rica tiene que estar a más no poder, seguro la hago porque a mi madre le encantan los orejones de albaricoques, y siempre tiene un tarro en su mesita auxiliar para picar entre horas.
Veo por tus palabras cuanto estás disfrutando de tu estancia en tu Colombia querida, suena tan bucólico e idílico, que me transporta a una escena de película, aquí eso es inimaginable, viviendo en una gran ciudad hay que salir en coche para disfrutar del campo, bueno del poco campo que queda ya por los alrededores.
Te mando un millón de besos, y toda mi energía para que esos planes de vida nueva que tenéis en proyecto salgan perfectos.
Hola Natalia,
ResponderBorrar¡Feliz año nuevo!.
Me gusta mucho el albaricoque y la mermelada que hacemos con él es de mis preferidas.
Pero mermelada de albaricoques secos no sabía que se podía hacer.
Un cordial saludo :)
Si que tiene un color espectacular y la textura es genial!!
ResponderBorrarTe leo estés donde estés que es lo importante ;-)))
Un saludito
¡¡Hola Natalia!! ¡¡Qué delicia nos traes!! Me gusta mucho la mermelada de albaricoques, como le llamamos aquí, y la he hecho muchas veces en casa, pero no se me hubiera ocurrido de hacerla con la fruta deshidratada, orejones, que es como los llamamos aquí (se ve que alguien le vio forma de orejas grandes y le llamó así, ja, ja). Tienen que estar riquísimos. La adición de azúcar me parece perfecta, en su justa medida, y que al estar deshidratada, es mucho más dulce, ¡¡te aseguro que yo me la comería a cucharadas!! El color también se ve divino, ciertamente, es para enamorarse de ella. Besitos.
ResponderBorrarQuerida Nati. Aunque ya nos escribimos por privado, vuelvo a desearte todo, todo, todo lo que mereces para este nuevo año de cambios para ti y tu marido. Os lo deseo de corazón.
ResponderBorrarMe alegra mucho saber que has disfrutado de tu casa, familia, olores, sabores... cualquier pequeña cosa que te rodea y que te llevas de vuelta a la ciudad, pero se quedará en tu memoria. Te aseguro, que cuando te vas haciendo mayor como yo, la nostalgia de esos momentos (al menos los que recuerdas) es mucho más grande.
Sabes que soy de mermeladas y mira, de frutos deshidratados, no he hecho ninguna. También sabes, que últimamente estoy deshidratando en el microondas, pero no me bastaría la cantidad para preparar una mermelada.
Aquí a los albaricoques-duraznos deshidratados los llamamos orejones y he tenido que ver la foto para comprobar que hablabas de lo mismo.
No sé los hidratos que tendrán, pero me llevo tu mermelada porque soy una enamorada de los albaricoques y estoy segura que tu mermelada es deliciosa.
La foto con el bote en la mano es preciosa. Dan ganas de quitártelo, ja, ja.
Recibe un apachucho enorme y muchos besos.
Sé feliz.
Pues a mí tampoco se me había ocurrido hacer mermelada con fruta deshidratada!!! Vaya! Me gusta mucho la idea, desde luego. Sobre el resto... jo... que envidia me das! Yo sé que las estaciones van y vuelven, pero te leo desde Madrid, a -1 ºC y envuelta en un pijama gordísimo de super-invierno y una bata gordísima de felpa (que casi no puedo ni moverme jajajaja) y me das una envidia... ains!
ResponderBorrarHola , no i¡maginaba una mermelada de fruta deshidratada. Me parece una idea genial y seguro que está delicosa. ya se ve que las fotos j¡hablan por sí mismos. Apunto la idea , ya sabes que las mermeladas son mi erdición y hago miles de diversos sabores e ingredientes. Un beo preciosa, feliz año!!
ResponderBorrarHola Nati, en primer lugar quiero desearte lo mejor para este año 2019!!
ResponderBorrarQué estampa más bucólica describes de tus vacaciones navideñas en el campo... cuánto me gustaría a mi poder vivir algo así alguna vez... y salir del estrés de la ciudad; es que ahí, donde vas (creo que pusiste fotos el año pasado) es un lugar precioso, donde el tiempo se detiene y dan ganas de meterse en la cocina a preparar delicias como esta mermelada tan curiosa... Nunca se me había ocurrido, el hacer mermelada con albaricoques deshidratados, la había hecho alguna vez con los frescos, pero no así. Me ha gustado mucho la idea y el color es precioso. Me gustaría mucho probarla. Besos y seguimos leyéndonos. Disfruta mucho de tus último días en el paraíso.