Más cura el tiempo, que soles y vientos
Como cuando te estrujan para reanimarte..., tuve que quedarme sola en casa, para despertar de nuevo el instinto de supervivencia que muchas veces se va quedando por allí, perdido, "acomodado", dejando de lado instancias que sin duda me han enseñado un montón y que al día de hoy, revisando archivos..., pues como una melodía suave va volviendo a entrar en el corazón ese susurro de querer volver a aparecer por acá, venir, saludar, compartir y agradecer. Poco a poco, volverá a ejercitarse, con algo más de ritmo y elasticidad. Porque este proyecto personal de tener un blog; además del aprendizaje que ha sido toda una escuela, cuando se lleva con intensidad y disciplina, es un tesoro de conocimiento. Deja también amistades entrañables que agradezco y que saludo con todo mi corazón. Desempolvando mis manos en el computador, voy dejando soltar las palabras, porque esa es la magia de estos lugares que se vuelven reliquias de la red en estos tiempos y memorias de recetas que llevan recuerdos, momentos, lecturas, anécdotas, canciones..., y hasta jarabes para la tos.
Pues bien, acá estoy, con tantas cosas por contar; pero vamos de a poco, vamos saludando, vamos retomando y repitiendo para mi ser interior que espero publicar más seguido, porque quiero y lo deseo. Como cuando una dice, empezaré el ejercicio el lunes...; pues yo retomo un viernes en una noche de humedad y algo de lluvia; con música de fondo, con una vela encendida, con pensamientos positivos para los míos y en especial por mi Blanca M. fuerza y luz.
A pesar de la falta de ejercicio blogueril..., así me siento, medio desubicada, luego de llevar un ritmo salvaje en los primeros años, algo se quebró hace un par de años...; poco a poco se ha ido reparando como el "Kintsugi" en la cerámica japonesa y su preciosa técnica de reparación en oro y todo su bello simbolismo espiritual que lleva, donde las cicatrices se muestran y la nueva pieza se valora mucho más. Vamos volviendo a esa esencia que me llena y que hace parte de mi ser: el placer de compartir recetas, trocitos de mi corazón, de mis pensamientos, anécdotas, poesía, sabores, chispas de luz y cerámicas que también han estado ocupando una gran parte de mi tiempo. Ando por los caminos de la cerámica artesanal que me hacen fluir y me permiten expresar con las manos la libertad de volar a creaciones, utilitarios, ideas, bocetos y el diseño se apodera de mí y allí me pierdo por horas y días..., en los procesos del barro, en las etapas de la arcilla que para quien quiera puede ir a ver mi arte en Instagram (creo que dejaré luego un botón con enlace a la cerámica y el proceso creativo) en Shibusa Cerámica y el sentimiento de trabajar en cerámica artesanal hace clic con mi esencia.
Voy modulando entonces recetas y cerámica, los sabores con la expresión, la conjunción de los sentidos, la delicia de crear platos que resultan efímeros y que terminan siendo futuros recuerdos de lugares, instantes, personas..., platos que nos llevan a otros lugares, o quizás nos acercan a nuestras raíces. Como siempre, hay de todo por aquí, entre sabores y aromas, los objetos se convierten en memorias tangibles que pueden durar mucho, o no, ...porque son frágiles. Toda esa conjunción de algún modo mágico hace que me vaya completando, junto a las amistades, junto al compartir, junto al aprendizaje, junto al trabajo. Así que, con voz fuerte los saludo, Nati está aquí, el blog sigue, vivo y seguirá, de seguro no con la misma intensidad de sus inicios; pero sí con más ritmo, esperanza e ilusión y ante todo con GRATITUD. Sin duda las entradas serán más cortas jajajaja también..., vamos a ver. Que para quien quiera, pues solo es bajar por la receta y el que guste de seguir sin prisa, bienvenido a compartir de Pe a Pa.
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"-Mijita tiene tos, haga por favor el remedio de la cebolla morada, téngale fe.-" La abuela Margot y sus remedios, su agua de salvia en las noches, el agua de apio para la digestión, la matricaria, el toronjil, la hierbabuena..., el ajo de sus mañanas que siempre con el abuelo Raimundo esta en su primera dosis del día. Su libro de Hierbas medicinales de un cura que ahora mismo no recuerdo el nombre y todos los poderes que le atribuye, hacen parte arraigada del imaginario familiar.
Sí, soy así, retomo nada más y nada menos que con un remedio casero. En pandemia ese jarabe hizo parte de muchos, muchos días de manera preventiva en casa. Luego de un par de años, tenía que llegar la gripe salvaje que ni quiero nombrar que nos dio a todos en plena Navidad pasada y que literalmente nos mantuvo "encamados", la familia completa fue cayendo a los pocos, con todo y abuelos de 89 y 93 años, y la cena de navidad fue un escalofrío sin aliento tan extraño, que fue bien diferente a lo que siempre tenemos en casa. Pero es lo que hay y en medio de medicamentos, el jarabe de la tos de la abuela sirvió para que no nos diera tan duro. Confieso que en mi adolescencia lo aborrecía, porque siempre sufrí de tos y bronquitis; es más me tapaba la nariz para no olerlo y tragarlo con mueca incluida. Ahora un buen tiempo después, sencillamente lo amo, le tengo fe, lo recomiendo y hasta le encuentro gusto y claro se ha ido mejorando con ingredientes potentes. (Vamos haciéndonos mayores, con encanto y sabiduría).
Mi abuela y sus aguas, su libro de hierbas medicinales que mi madre ahora tiene; que aún mi abuela continua replicando. Hoy llego con una receta de "yerbatera", con un hit, un jarabe natural lleno de poder, se conserva bien en tiempos de invierno fuera de la nevera. En caso de estar en verano o en un clima cálido, mejor será conservarlo entre el refrigerador. Eso sí, sacarlo una media hora antes de tomarlo para que esté a temperatura ambiente en el momento que vayamos a beberlo. La dosis de la abuela: un par de cucharadas unas dos veces al día, dejarlo en la garganta cada sorbo un buen rato y hasta si gustan de hacer gargarismos, pues hacerlo y luego tragarlo. Es puro poder de abuela. Ideal será prepararlo en la noche, para que al siguiente día haya soltado y combinado todo su poder.
JARABE CASERO INFALIBLE PARA LA TOS EN TIEMPOS DE GRIPE · {LA ABUELA Y SU SABIDURÍA}
1. Cortar la cebolla en rodajas y ponerlas entre el cuenco de vidrio o cerámica en el que vamos a conservar el jarabe.
2. Hacer zumo de limones (yo he llegado a mezclar limón criollo, limón {lima} verde). La idea es hacer suficiente zumo que cubra por completo y un poco más toda la cebolla.
3. Adicionar la miel a gusto de cada uno (sin que llegue a ser una melcocha, solo que endulce y se sienta un poco).
4. Pelar el ajo, rallar y adicionar. Raspar con una cuchara el jengibre y la cúrcuma (en caso de utilizarla fresca). Rallar todo y adicionar al cuenco.
5. Agregar las dos vueltas de pimienta negra y remover todo todo muy bien, hasta que se haya diluido por completo la miel.
6. Dejar reposar a temperatura ambiente de un día para otro. Y seguir las recomendaciones del inicio.
{*jarabe · sirope · medicina, medicamento, específico, poción. / Remedios de la abuela}
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Buenas noches mi Nati bonita, por aquí me tienes con un calor insoportable, esto va de más a más todavía, y aún nos queda verano hasta octubre, como mínimo ¡uf!
ResponderBorrarMe encanta verte de nuevo, con ganas y con tu siempre estilo personal y único. No te excuses por llegar después de tanto tiempo con una receta de remedio casero, ya quisiéramos hoyen día más de uno, tener la sabiduría de nuestros mayores, porque los medicamentos son buenos, pi€ supuesto, pero para estas cosas, un jarabe cono este, no es ninguna tontería, mi madre nos hacía una cosa similar, con cebolla, y no recuerdo que más, pero funcionaba para despejar la garganta y descongestionar el pecho. Y encima sano, y de bajo coste, no se le puede pedir más.
Creo que después del COVID vendrán otras, esperemos que al menos lo pasado haya servido de experiencia y nos pille más preparados, en todos los sentidos.
Entiendo tu preocupación por tus abuelos, la edad tan avanzada hace que estemos siempre con el alma en vilo, mi padre también tiene 92, y aunque goza de muy buena salud, de vez en cuando nos da un sustillo que nos mantiene siempre alerta.
Es un placer leerte Nati, a mi me pasa como a ti, siempre me digo, el próximo post será más corto, pero al final acabo escribiendo un testamento, jajajaja…, pero igual digo, quien no quiera leer, que vaya directamente a la receta, aunque la verdad es que en esas entradillas suelo avanzar muchos pasos interesantes, al final hay que leerlo, porque cuando preguntan algo que he explicado detalladamente es evidentemente del poco interés que pone quien viene a verme, jajajaja… tampoco podemos evitarlo, ni gustar a todos, pero entiendo como tú, que esto engancha y hace que nos corra por dentro como la sangre por las venas, con fuerza y latiendo como el punto que nos hace amar lo que compartimos.
Besos Preciosa, me alegra un montón tenerte aquí de nuevo al ritmo que tu cuerpo marque.