Corvina al horno con ghee, salvia y limón

Ya casi es media noche, camino por el parqueadero subterráneo y me dirijo hacía la casa de mis padres... es una noche fría de fin de semana de marzo, salgo del sótano y subo cada escalón que dibuja en lo alto un cielo despejado y lleno de estrellas. El frío es penetrante, respiro profundo y siento ese aire fresco que tulle tan solo un poco las extremidades. La humedad se siente en el ambiente, el césped y las hojas de cada planta, que a mi paso voy descubriendo mientras atravieso el largo corredor camino a la puerta de entrada, se encuentran completamente bañadas por el rocío de la noche. Los rezagos que dejó la lluvia se sienten también; aquella lluvia lánguida que cual doncella bailarina, danzó sin cesar durante la tarde, entre hojas, ladrillos, tejas, caminos, charcos, edificios, personas y aves. Algunos mirlos que ahora cantan, esos mismos que durante la tarde resguardaron sus cuerpos entre árboles, inmóviles, como estatuas. Iniciaron sus horas de sosiego, mientras escuchaban el goteo de la lluvia, al son de un ritmo incesante, plic, plac, plic, plac, o quizás un pitter patter..., las gotas caían con la brisa suave mientras arriba, los nubarrones entre sollozos, soltaban a los pocos, lágrimas de nostalgia algunas, melancólicas otras, lágrimas alegres y unas cuantas desoladoras, muchas de ellas caían burbujeando entre charcos que abrían caminos de agua en medio de callejuelas adoquinadas. Ahora, pasada la media noche, aquel mirlo amigo de al lado de casa, a lo lejos comienza su canto, pausado y taciturno, en medio del silencio inmarcesible de la oscuridad brillante. 

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Así seguimos en medio de lluvias de marzo... y en sí lluvias cuaresmales, generalmente en Bogotá la Cuaresma y la Semana Santa se vive entre chubascos, lluvias largas, nubarrones grises, aire frío que se siente en la Sabana de Bogotá, donde el pronóstico de los días generalmente es muy difícil de predecir y atinar certeramente, quizás por la cadena de montañas que nos rodea y por supuesto clima tropical, incertidumbre total a 2.600 metros de altura sobre el nivel del mar. Lo único seguro por esta época es que los días serán lluviosos... 

Comenzamos semana con una receta de pescado que por estos días se incrementa la ingesta en casa, y la verdad no tengo muchas recetas con animales de río o de mar. Ya sea por cuestiones culturales e incluso religiosas..., en muchas casas y restaurantes el pescado es la comida predilecta en esta época del año. 

Hace unos días mi madre compró corvina, este tipo de pescado resulta muy versátil a la hora de preparar; tanto marinado en limón y sal (como para ceviche), al horno, a la parrilla, a la plancha, en papilote o al vapor es delicioso. La receta que hoy comparto es sencilla, jugosa y saludable, en cuestión de minutos se prepara el aliño y con horno precalentado a 220ºC se lleva al horno por 35-40 minutos (Estos filetes eran grandes y gruesos), se acompaña de papas al horno, patacones (tostones), arroz blanco o lo que más gusten.  

Y sin más palabras voy con la receta: 

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Tiempos}

Tiempo Total: 55 minutos 

    Tiempo preparación: 10 minutos 

      Tiempo de horneado: 45 minutos 

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Ingredientes:

Corvina al horno con ghee, salvia y limón

[ 3-4 porciones ]

- 2 filetes grandes de corvina
- 2 cebollas cortadas en rodajas
- 3 dientes de ajo picados
- 5 cucharadas de ghee (mantequilla clarificada)
- 1 manojo de sálvia
- zumo de un limón
- paprika dulce
- pimienta en polvo a gusto
- pimienta 
- sal
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«PREPARACIÓN»

Precalentar el horno a 220ºC. Lavar muy bien los filetes, secarlos un poco con papel absorbente, salpimentar a gusto por cada lado de la carne. (Es importante condimentar las carnes directamente en ellas, para que queden perfectamente sazonadas). En la fuente o bandeja donde hornearemos, poner algunos aros de cebolla, luego sobreponemos los filetes, verter el zumo de limón, adicionar el ghee o mantequilla sobre cada filete, el ajo picado, la cebolla y la mostaza. Poner unas ramas de salvia y llevar al horno. Cocinar por unos 30-40 minutos o hasta que estén cocinados, tiernos y jugosos. 

Servir y acompañar de ensalada, verduras al horno, arroz blanco o con lo que más gusten  

...y a disfrutar...!

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Feliz día!!!

Muchas gracias por pasar por éste rincón,

lleno de poesía de sabores, de sentimiento,

de pensamientos; que para muchos

son recetas conocidas,

para otros descubrimientos completos,

y para otros tantos, recuerdos de la infancia ó

remembranzas de algún instante especial

y para mí son todas estás y muchas más..,

entre nuevos retos que día a día me llevan a explorar

dotes que desconocía y que enriquecen mi alma, cuerpo y ser. 

Agradezco cada comentario y estaré atenta a las dudas que se presenten

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