De los desayunos felices, la papaya es la reina de la casa en nuestras mañanas la gran mayoría de veces y hace parte de esas frutas latinas en la dieta de muchas cocinas de estos países, así como de postres y dulces...
Reconozco que no a todos les gusta la papaya, porque esta fruta entre más criolla más aroma tiene y a muchos a veces les causa una gran repulsión, como ocurre también con el cilantro que creo se queda en ese proceso de aprender a disfrutar y desarrollar el gusto o simplemente dejar de lado.
En casa de mis padres desde pequeñas nos acostumbraron a comer frutas, muchas frutas de todos los tipos, uchuvas (physalis) que sembraba mi abuela en el jardín de la casa y que crecía por montones y aún hoy se vende muy barata y en otros lugares es costosa). Sandias, bananos de todas las clases, guayabas deliciosas y rosaditas, fresas, moras, cerezas silvestres, mamoncillos, guanábanas, feijoas, granadillas, mandarinas, naranjas, zapotes, melones, mangos de todas las clases..., papaya grande y también las pequeñas que llamamos hawaianas, e incluso papayuelas en agua aromática de frutas y hierbas así como en dulce de papayuela y también piña (que esa sí era la única que no me gustaba, pero que ahora es de mis preferidas..); entre muchas frutas más.
Pues hace varios años que cambiamos la manera de comer en casa, antes ni desayunábamos y en la noche comíamos un montón justo antes de dormir. Con el tiempo y muchas lecturas, pruebas de comidas, desintoxicando cuerpo de bebidas industriales, de comenzar a prácticar ejercicio y de aprender a escuchar el cuerpo, fuimos cambiando la manera de alimentarnos en casa. Al día de hoy sabemos que el desayuno es creo que la comida más importante del día (por lo menos para nosotros), es la energía y combustible que le damos a nuestro cuerpo para desarrollar las actividades que nos depara el día que inicia, es cuando nuestro cuerpo esta preparado y listo para comenzar su actividad. De igual manera, es de suma importancia en ese equilibrio sano, hidratarse muy bien y por supuesto hacer ejercicio, que ahí creo que tendríamos en porcentaje de importancia un 70% la manera de alimentarnos y 30% el ejercicio frecuente para estar en forma. Almorzar equilibradamente, con mucha ensalada y hojas verdes, bajando la cantidad de proteína considerablemente (que antes comíamos enormes porciones de carnes rojas) y aumentado la dosis verde en el plato. Luego en la tarde evitamos por lo menos en casa comer frutas dulces, no somos muy golosos en las tardes porque el cuerpo no nos pide mucha comida y el fin de semana quizás si tenemos postre *_*. Luego en la noche la ingesta es bien poca, alguna proteína como un huevo con medio aguacate, o una ensalada con algo de proteína o simplemente una taza de crispetas realizadas con un poco de ghee (que además de llenar y no ser pesadas, nos entretienen porque comemos una a una y sin darnos cuenta quedamos llenos, mientras vemos alguna película o serie). Eso sí, intentamos comerlas unas 2 horas antes de acostarnos, pero todo es de costumbre, de pruebas, de procesos..., eso no se hace de la noche a la mañana, es importante aprender a leer nuestro cuerpo y escucharlo, si vemos resultado, ir creando esas nuevas rutinas.
Comparto esto, porque muchas veces nos preguntan el cómo nos alimentamos en casa; así que la mayoría de dulces, todos los panes, bizcochos, postres..., los consumimos un 95% de las veces a primera hora del día en el desayuno, luego de hacer ejercicio.
Y todo este escrito anterior solo para traer el inicio de nuestros días..., que es con un vaso de agua tibia con limón, luego ejercicio o baño y luego desayuno que se compone la mayoría de veces de papaya (esta papaya que hoy les comparto, tan sencilla y tan buena para nuestro sistema digestivo), luego un huevo tibio (con la yema liquida, porque completamente cocido para desayunar no me gusta y sí, consumo huevos a diario en el desayuno, eso también es un tema para debatir en muchas casas..., pero en mi caso prefiero alimentarme mayormente de huevos, evitado las carnes varios días de la semana). Luego, viene una rebanada de Pan de centeno hecho con Masa Madre, ese de todos nuestros días que congelo por rodajas y que a la hora de desayunar es solo dar un golpe de horno y como recién horneado. Luego un pedazo pequeño del dulce del día (bizcocho, tarta, pan dulce, pastel de frutas..., lo que sea que haya en casa, pero solo un cuadro y el costillo si aumenta dosis ^_^) y finalmente café o té verde.
La verdad que nuestros desayunos son los momentos preferidos del día en cuestión de comida, porque es un placer darnos ese tiempo que se ha vuelto un espacio que respetamos e intentamos cumplir como el momento de compartir juntos, de alimentarnos tranquilamente, de cargar nuestro cuerpo de buena energía y de alistarlo a trabajar.
Alguna vez pensé en traer esta entrada, pero solo hasta hoy escribo estas palabras para darle su debida importancia a la papaya en nuestra ingesta alimentaria del día a día. Cabe decir, que todo lo que escribo acá es opinión personal y respetuosa con otrs estilos de vida y de alimentación. Cada uno tiene su manera de alimentarse, ya sea por cuestiones de costumbres, de salud, de cultura y por supuesto de tiempo. Claro esta, en caso de tener que madrugar mucho, es imposible digerir un desayuno como estos a las 5 o 6 de la mañana, ahí ya optamos por partir las raciones, entonces sería comer solo esta papaya (o la porción de fruta que nos guste), adicionando unas 2 o 3 cucharadas de avena hidratada en agua tibia que dejo reposando aparte en un vaso al lado de la fruta por unos minutos antes de comerla. Luego una o dos horas después el resto del desayuno. (Esa combinación de fruta y avena la hacemos para meterle al cuerpo un carbohidrato de absorción lenta que nos sacie por un tiempo, mientras llegamos al trabajo o mientras vamos a la cita que tenemos temprano en la mañana. Porque en caso de comer solo fruta, estaríamos dando solo azúcar a nuestro cuerpo y en menos de media hora estaríamos con un hambre brutal...). Como chiquilla me ilusiona compartir con mi querido esposo cada mañana y con cariño dejo esta entrada, que más que una receta, es un cuento de nuestra rutina mañanera. Ahora les dejo la porción de papaya que puede ir sola, con yogur natural o como ésta que les dejo.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Tiempos}
· Tiempo de preparación: 5 minutos
__________________________________________________________________________________________
Ingredientes:
Porción de papaya (fruta)de nuestros desayunos en casa
- 1 rodaja (1cm de ancho) de papaya (fruta)
- 2 cucharadas de yogur natural (proteína)
- 1 cucharadita de semillas de chia
- canela en polvo (opcional)*
* La canela además de gustarme un montón, tan bien sirve para poner esa sensación dulce en la papaya, en mi caso me encanta la mezcla de yogur natural con la fruta y la canela.
_____________________________________________________________________________________________
«PREPARACIÓN»
Unos minutos antes de desayunar, puede ser antes de tomar baño es bueno dejar esta fruta lista para que las semillas de chía se inflen y se activen...
Picar una rodaja de papaya por porción, poner en una taza, adicionar las semillas de chia en el centro de la fruta, luego el yogur encima, mezclar todo, adicionar la canela en polvo y dejar reposar de 5 a 10 minutos.
Notas.
+ Se puede hacer con la fruta que más les guste y que sea dulce tipo mango, manzana, fresas, peras, duraznos...
+ Puede ser solo un desayuno esta porción de fruta si adicionamos Granola casera como esta que tan bien encuentran en el blog.
+ Las semillas de chia son opcionales, me gusta sentir la textura que adquieren luego de hidratarse.
*
Para quienes gusten de la papaya les comparto una idea deliciosa y vistosa de postre con esta Tarta tropical que es una delicia, este batido probiótico de papaya, o este otro con jengibre y la protagonista del díaFelices desayunos y buen día
#poesiaculinaria
***
*
***
*
*****
Muchas gracias por pasar por éste rincón,
lleno de poesía de sabores, de sentimiento,
de pensamientos; que para muchos
son recetas conocidas,
para otros descubrimientos completos,
y para otros tantos, recuerdos de la infancia ó
remembranzas de algún instante especial
y para mi son todas estás y muchas más..,
entre nuevos retos que día a día me llevan a explorar
dotes que desconocía y que enriquecen mi alma, cuerpo y ser.
···
_____________________________________________
Me encuentran en:
#poesiaculinaria · @poesiaculinaria
___________________________
[❤︎]
¡¡Hola Natalia!! ¡¡Riquísimo desayuno!! Bueno, a mí si me gusta la papaya, ¡¡y el cilantro!!, ja, ja. No me suelo comer la papaya tal cual, como otras frutas porque me está poco dulce, por lo menos las que encuentro por aquí, que las traen tan verdes, que van perdiendo sabor en todo el largo camino que les queda por hacer hasta nuestros supermercados, pero con yogur si la suelo mezclar, en macedonias o en la ensalada. Y es que me encanta toda la fruta. Tu desayuno de hoy es parecido al mío ahora en verano aunque lo suelo variar, un día un bol parecido al tuyo, otro mi pan integral casero con semillas y un poco de mi mermelada casera, otros días con un poquito de jamón serrano y aceite de oliva....en fin, depende del día. En invierno si que soy más monotemática, mi vaso de leche caliente con un poco de cacao no me lo quita nadie, y lo acompaño de avena o de una tostada ya sea con dulce o salado.
ResponderBorrarEstoy muy de acuerdo contigo respecto a la alimentación, y sobre todo, siempre, acompañado de ejercicio, pues este es el que nos va a permitir que nos podamos dar un capricho el fin de semana, en mi caso, un trocito de mis dulces caseros, porque el resto del dulce lo regalo, porque mi marido no es muy de dulce, y no es cuestión de que me lo come yo sola, o me dure toda una semana.
En lo único que no te acompaño, es en la fruta de la media tarde, para mí imprescindible, es cuando mi cuerpo baja en picado el azúcar y me lo pide a gritos. Bueno, y decir que yo no trabajo por las mañanas, sino por la tarde y entrada ya la noche, y es haciendo ejercicio físico, así que el día que no me da tiempo de comer algo porque no he tenido tiempo en el trabajo, siento nauseas y mareo, una bebida isotónica o unas piezas de fruta, son las que me recuperan en un momento. Y si estoy en casa alguna tarde, mi cuerpo igualmente me pide ese azúcar que las frutas te dan tan sanamente. Es verdad, todo depende del estilo de vida de cada uno.
Y canela, ¡¡mucha canela!! Besitos y feliz finde.
Hola Isabel, que a veces con tantos dulces las personas no saben como hacemos en nuestros días y rutinas, pues que bueno compartir un poco de ese diario alimentario, y es verdad cada rutina y cada cuerpo es un mundo. Tienes toda la razón, mil besos querida amiga ;)
ResponderBorrary buen fin de semana para ti también
Estás melancólica, mi querida Nati. Y te entiendo porque a mí también me pasa a menudo. Recordar los momentos felices de la infancia, acompañados de sabores y olores, junto a seres queridos, provoca nostalgia y melancolía. Pero por suerte, tienes ahora otros enormemente importantes junto a tu marido cada mañana en ese ritual tan maravilloso del desayuno.
ResponderBorrarNo lo perdáis que sois unos privilegiados.
Me ha gustado que compartas esos momentos de una parte de vuestras mañanas. También, esta sencilla receta que a mí me gusta porque me gusta la papaya, a pesar de que por aquí es carilla.
Un besazo preciosa.
Marisa querida!!! Esta entrada es de esas que no tiene la gran receta jajajaja pero que en casa es tan importante que un día tenia que traerla al blog entre tantas porciones de papaya que nos zampamos.
BorrarY es que la fruta está siempre presente, así como las hojas verdes y los panes. De la melancolía creo que más que eso es que me queda en la memoria siempre guardado el aroma y sabor de tantas cosas, el olor de una ciudad, de una fruta, de un camino de árboles que forman arcos y donde las luces se cuelan creando atmósferas mágicas, ese cruce de cosas siempre está ahí presente. Recordándome lo maravilloso de la vida, del compartir de pequeñas cosas como poder contemplar un atardecer o de disfrutar una comida como un desayuno en casa con runcostillo ontambien con tu familia. Una entrada diferente para hablar más de nuestro día alimentario por esta época de la vida, que tanto disfrutamos y que tan bien tanto me preguntan. Una entrada especial dedicada a la porción de fruta que está ahí, presente siempre.
Besitos querida Marisa!!!
Nati me encanta la entrada de hoy. Porque compartamos dulces no quiere decir que descuidemos la alimentación diaria en nuestra casa. En una dieta equilibrada (y cuando digo dieta no me refiero a un régimen puntual sino a las costumbres y las maneras en las que nos alimentamos a diario) tienen cabida dulces y caprichos si sabemos cuándo y en qué cantidad podemos consumirlos.
ResponderBorrarReconozco que hasta que nació Lara era más estricta con las comidas, las raciones y el deporte. Con su llegada me he relajado aunque sin acabar de perder de vista el rumbo marcado, símplemente me permito más caprichos que antes o antepongo mi máxima de que no se tira comida a mi sentido estricto de la dieta y la alimentación sana y acabo con los restos de los alimentos que Lara no quiere y dice "para tí mamá" a la vez que te los mete en el boca a la mínima que te descuidas. Pero el concepto de "mamá cubo de basura" no es algo que haya inventado yo y cualquier madre reafirmará que ha pasado por esta situación también por la pena de que algo se tire a la basura.
Gracias por hacernos partícipes de estas mañanas. A mí me da mucha pena que no se le dé al desayuno la importancia debida. En España hay una cultura de aprovechar la cama hasta último momento que me parece habría que erradicar. La gente te mira raro si dices que te levantas pronto, no entiende la necesidad de tener tiempo para hacer tal o cual cosa antes de ir al trabajo.
Bien es cierto que también nos acostamos tarde. Los horarios laborales son en muchas empresas infumables y si llegas a casa después de las nueve de la noche, haz cálculos de la hora a la que te vas a la cama si tienes que hacer cena, pasar por la ducha, hacer un mínimo de vida familiar y preparar algunas cosas para el día siguiente. Son muchas cosas las que habría que cambiar y no todas dependen de cada uno.
En fin, que tu entrada me ha soltado las ganas de hablar. No es que sea necesario mucho empujón para ello, pero hoy me han dado ganas de tocar distintas cosas
¡Besos mil!
Muchas gracias Cuca, tú eres un sol siempre!, desde que te conozco en este mundo virtual hemos hecho conexión con muchas de las cosas que pensamos. Me río con aquello de mamá cubo de basura y creo que yo sería igual, que no se tira nada. A ti gracias por tu comentario. Siempre es bueno saber de las maneras y culturas de otros lugares, tan bien es cierto que soy medio bicho raro, de esas que entre semana le cuesta levantarse temprano y llega el sábado o domingo y me tienes despierta y en moviemiento antes de las 6 y ahí Mr.G me diría que porque el fin de semana no aprovecho más la cama..., pero nada que hacer me quedan los ojos encendidos cual reloj despertador. Gracias por tu comentario y por compartir también experiencias, hacen parte y me encanta leer todo.
Borrarbesos a ti!