...una tarta que se ha robado un rincón entre mis preferidas
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"...Cantemos, pues, en honor a Picadillo. Amemos su grata originalidad, su clásico desenfado, su amable humorismo, de buena cepa tradicional. Y vosotros, lectores, los que habéis comprado el libro sin que os duelan las pesetas gastadas, como tantas veces os habrán dolido ante el espectáculo de mil decepciones científicas y literarias, leedlo con atención y practicad sus enseñanzas, que si las seguís fielmente os chuparéis los dedos y os declararéis devotos de este pontífice máximo."
Epílogo La Cocina Práctica por Picadillo

Salud, luz y que siga la chispa bendita
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Quien quiere acertar, aguarda.
Antonio García Gutiérrez
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“A nosotros los mayas nos enseñan desde pequeños que nunca hay que tomar más de lo que necesitas para vivir”
Rigoberta Menchú
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______Desde el mundo mágico, donde G. García Márquez relata el uso que le otorgaban a la mata de sábila; donde la mezcla de costumbrismo se funde entre los cuentos y supersticiones de los pueblos. Hoy la aloe llega como un ingrediente sencillo. No de suerte, colgada detrás de una puerta, en cambio sí, como una planta medicinal sumergida en un zumo verde delicioso.

De mis primeros contactos con la cocina, además de acompañar a mi abuela desgranando arvejas (guisantes), para las sopas, las más deliciosas de todas y cuyas perlas verdes están en la gran mayoría... De las primeras veces que vi algún tipo de cocina diferente a lo que se cocina tradicionalmente en Colombia, que de postres somos muy básicos y en cuestiones de panadería (la verdad es que no soy muy fan, porque hubo una época de mi niñez en la que no salía del pan francés o el pan hojaldrado que era en algunas ocasiones, porque generalmente lo que comíamos eran las arepas de maíz peto que molía mi abuelo y que luego mi abuela Margarita asaba en un tejo).
Un día de frío el de ayer, día en el que escribí esta receta. Día de la madre por estas latitudes del globo terráqueo, madres brasileras emperifolladas y sonrientes, ¿...y cómo no? en su día. Desde el pequeño escritorio donde tengo mi estudio con libros de diseño y de cocina, con alguna que otra caja (porque estando de paso..., las cajas siempre harán parte de..., incluso sin estarlo). Me encontré con mamá quien a más de 4.500 kilómetros de distancia que nos separan; ella en Colombia... también se vestía de alegría en su día.