...una tarta que se ha robado un rincón entre mis preferidas
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"...Cantemos, pues, en honor a Picadillo. Amemos su grata originalidad, su clásico desenfado, su amable humorismo, de buena cepa tradicional. Y vosotros, lectores, los que habéis comprado el libro sin que os duelan las pesetas gastadas, como tantas veces os habrán dolido ante el espectáculo de mil decepciones científicas y literarias, leedlo con atención y practicad sus enseñanzas, que si las seguís fielmente os chuparéis los dedos y os declararéis devotos de este pontífice máximo."
Epílogo La Cocina Práctica por Picadillo
Salud, luz y que siga la chispa bendita
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Quien quiere acertar, aguarda.
Antonio García Gutiérrez
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Verde que te quiero verde..., y si es dulce como estos pedazos, deber es hacerla, si causa curiosidad mejor será dejarse tentar... saltar y realizarla; porque no basta con imaginarla, mejor probar esta tarta dulce de acelgas.
{una receta con mimo, tradicional de la cocina de Niza-Francia}
“A nosotros los mayas nos enseñan desde pequeños que nunca hay que tomar más de lo que necesitas para vivir”
Rigoberta Menchú
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______Desde el mundo mágico, donde G. García Márquez relata el uso que le otorgaban a la mata de sábila; donde la mezcla de costumbrismo se funde entre los cuentos y supersticiones de los pueblos. Hoy la aloe llega como un ingrediente sencillo. No de suerte, colgada detrás de una puerta, en cambio sí, como una planta medicinal sumergida en un zumo verde delicioso.
Violeta Parra
" Sencilla y deliciosa cocina la de Eva, desde la bella Denia nos saluda ella cada día con su buena energía en el grupo, y está vez, he recorrido los senderos de su blog, en moto como ella lo hace por su ciudad, la he pasado de lujo explorando sus recetas; esta hada creativa siempre esta atenta a explorar, desde la fotografía, la pintura, la comida, los paisajes, las flores... toda ella es un baúl de sorpresas, que hoy inspiran esta cocina"
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Una fruta de clima otoñal, de mis favoritas para consumir a mordiscos, hoy llega con su maravilloso sabor entre un bizcocho. Receta de Nueva Zelanda, país que adora esta fruta originaría del sur de América.
"Un instrumento barato, no más grande que un reloj, permitirá a su portador escuchar en cualquier lado, en el mar o en tierra, música o canciones, o un discurso de un líder político, dictado en cualquier otro sitio, distante. Del mismo modo, cualquier dibujo o impresión podrá ser transferida de un lugar a otro".
De mis primeros contactos con la cocina, además de acompañar a mi abuela desgranando arvejas (guisantes), para las sopas, las más deliciosas de todas y cuyas perlas verdes están en la gran mayoría... De las primeras veces que vi algún tipo de cocina diferente a lo que se cocina tradicionalmente en Colombia, que de postres somos muy básicos y en cuestiones de panadería (la verdad es que no soy muy fan, porque hubo una época de mi niñez en la que no salía del pan francés o el pan hojaldrado que era en algunas ocasiones, porque generalmente lo que comíamos eran las arepas de maíz peto que molía mi abuelo y que luego mi abuela Margarita asaba en un tejo).
Brillos, luces, frutas, momentos, pasteles, cumpleaños, muchas cosas pasan por mi mente en este momento, días intensos y llenos de actividad, el reloj va pasando y yo corriendo unas horas antes de salir y dar la luz a esta entrada.
Comenzamos fin de semana y regreso con una tarta clásica, esta vez llego con participación especial, luego de seguirle la pista por varios meses..., el tiempo me lo permite y al ver que se trataba de una versión de pie americano haciendo la masa casera como premisa para esta ocasión; pero mejor decir, que más que pie la opción era abierta a tarta de frutas, ya saben lo que me gusta jugar con esas masas y hacer versiones a gusto de la suscrita, no quise alejarme mucho del pie americano o quizás sí, ya juzgarán...
Un día de frío el de ayer, día en el que escribí esta receta. Día de la madre por estas latitudes del globo terráqueo, madres brasileras emperifolladas y sonrientes, ¿...y cómo no? en su día. Desde el pequeño escritorio donde tengo mi estudio con libros de diseño y de cocina, con alguna que otra caja (porque estando de paso..., las cajas siempre harán parte de..., incluso sin estarlo). Me encontré con mamá quien a más de 4.500 kilómetros de distancia que nos separan; ella en Colombia... también se vestía de alegría en su día.